Los bonos en dólares emitidos por el gobierno y aquellos colocados por empresas han tenido una performance claramente diferenciada durante el último año. Mientras la deuda soberana muestra una tendencia bajista desde que debutaran en el mercado secundario, lo contrario ocurre con la deuda corporativa, y sobre todo en la de mayor calificación de crédito, con alta demanda y sensible caída de rendimientos.
Los bonos en pesos vienen mostrando una dinámica muy distinta a la de sus pares en moneda dura. Más allá de cierta volatilidad desatada por motivos puntuales, su comportamiento ha sido estable y con mejoras en sus precios a lo largo del tiempo. La semana vio ganadores a los bonos BADLAR y BoTes como bloque homogéneo, pero puntualmente y pese al ajuste reciente, los CER largos fueron los de mayor avance.
Los bonos dolarizados experimentaron una interesante suba durante las últimas jornadas. Sin embargo, el avance de 12% desde los mínimos de noviembre debería ser puesto en contexto y notar que fue un rebote desde los precios mínimos históricos. Independientemente, el spread entre las distintas legislaciones y contratos de los bonos es seguido por el mercado a fin de detectar posibles arbitrajes. ¿Hay valor hoy en ese trade?
Los bonos en moneda nacional, y tal como suele ocurrir, operaron bajo presión en la previa de las elecciones debido a la dolarización de carteras. El movimiento generó subas de tasas en las Letras a Descuento, y tasas reales bien positivas y con pendiente negativa en las Letras indexadas al CER. Sin embargo el efecto fue muy acotado en su duración y hoy los títulos en moneda nacional gozan de buena demanda.